sábado, 16 de marzo de 2019

Lo único palpable en este tiempo de beberme la cotidianidad moderna


es el sinsabor. 


Devorar toda la gula de todos los placeres vanos 
y engullir sin cubiertos lo que un día creímos que nos fue otorgado por los dioses.


Regamos de migajas las almas y las alfombras en los cuartos de nuestros posibles. 

La frente se ensucia
Se empapan líquidos de frutas frescas que tardan 7 días en llegar a capital 
y al llegar son pecados capitales 
...pura podredumbre...

Todo es fruta podrida que daña la otra. Todo es vacío y sinsabor. No hay amor. Solo gula. 

Mounstruos del averno que degustan y luego se disgustan por devorar lo decorado todo.  

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Tembló