domingo, 23 de julio de 2017

El libreto del engaño

Pasar de la risa al vicio como un nuevo ocio,
del vicio al silencio 
resulta todo más cómodo;
dormir para no pensar

Ya poco importan los besos,
ya no saben a lo mismo,
mucho menos la saliva  
si hace rato se extinguió.

No responden ya los poros de las pieles,
secas se tornan las lenguas
cual cactus en un desierto;
helados son los abrazos,
forzados, en noches frías.

Renace el pudor innato entre las sábanas que esperan,
muere el pecado cocinado en las entrañas de la carne.
Evaporados, el tacto, el sudor, los cuerpos... 
tú de mi cama
yo 
de la tuya.









miércoles, 19 de julio de 2017

Breaking the habit

Dejaré mis alas colgadas en la percha
de igual forma ya no entran por la puerta
solo he venido para despedirme.

El pasillo nunca será tan extenso como ahora,
caminarán estos pies descalzos sobre vidrios 
y vidriosos ojos rotos

tocaré el piano con los dedos sobre el aire...

Voy a tararear alguna melodía para no llorar
esbozaré una sonrisa mientras me trenzo una clineja
"niña si estás triste, solo trenzate el cabello"

Solo vine a despedirme, aunque los pies se desangren
no hay nada distinto aquí, aunque el pasillo es extenso...
quizás demasiado extenso para acercarme al evento.

Nada ha pasado, me preparo por si me preguntas.
nada duele, pues me he trenzado el cabello y mis pies...
sangran lo justo, lo justo que sangran los pies del peregrino.

La luz entra por la ventana y se que notas mi tez blanca
la desnudez de mi pecho solo vino a despedirse;
he preferido irme a bailar con la noche, vestirme de soledad.

No espero que lo entiendas, todos carecen de alguna cualidad
solo vine a despedirme, porque nací para ser salvaje y montañosa
y no para habitar una cajita de muerte, ni embellecer los juguetes de tu casa de cristal.



sábado, 8 de julio de 2017

yesterday

El silencio y las fronteras lastiman al tigre
como una astilla clavada en su pata trasera.

Cuan doloroso es despertarse
cuando has bebido el trago amargo de la indiferencia
los rencores, la venganza y el dolor.

Triste que no sea suficiente cerrar la puerta, abrir los ventanales (o la jaula)
para recuperarlo todo con un beso o una risa.

Resulta todavía más triste, cuando ni entonando en soledad 
la más melodiosa canción, ni emitiendo el mayor de los rugidos; 
logras recuperar aquello que perdiste dentro de ti mismo.

No existe nada material que emane calor humano
nada material que sirva de consuelo ante la ausencia. 

El silencio y las fronteras lastiman al tigre
como una astilla clavada en su pata trasera
¡cuán doloroso es despertarse!



Tembló