Que placer contemplar desde aquí como se unen tus pestañas,
y la deliciosa cascada
curva de tu nariz.
Que ricas cosquillas tus dedos en mi cabello
y esos labios puertas
puentes de este abismo
entre abierto
como llamándome.
Tu voz áspera me resulta dulce
que ganas de beberla...
¡¡beberme tu voz!!
como quisiera
qué extraño
¿no?
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