jueves, 29 de junio de 2017

slaves

Los fracasos de las leyes de mi vida

me han otorgado tronos y muertes

me han servido de sacrificio

en mesas de titánes

y en lenguas de bestias

yo misma me he cortado la lengua

para no gritar

ya había olvidado como hablar.


lunes, 19 de junio de 2017

in memoriam

La primera palabra de mi diccionario es arrepentimiento
la conozco tan bien como a los cuervos que cantan
frente a esta ventana todas las mañanas

Tu nombre quiere alas para el mundo
pero no todos los condenados son redimidos
por la libertad de volar

Me he colgado tu cruz al cuello
porque mi espalda no puede con más pesos
y con ella me inclino en señal de reverencia y agradecimiento.

Ahora tacho porque hay cosas que quiero ignorar
y no estoy jugando a atrapar el limón al que le puse el ojo
antes de batir las ramas de su árbol para que cayese el fruto.

Me hago con los milagros y las tragedias que recibo
las que caen a mis pies con el viento en contra o a favor
corro con suerte si alguna logra llegar a mi boca.

Voy con mi canasta de frutas y el perfume que quedó
y lo que está destinado a quedarse dentro del tranvía
bien sean limones para el tequila o para el pastel.

Sin cuerpo alguno de por medio... y entretanto
batirse, guardarse, voltearse, usarse y confundirles
porque si perdiste el fruto al que le pusiste el ojo ya se acabó el juego.

umbilical

"Salve reina 
que estás en las aguas
digo esta oración
ante tu estatua
más tú no existes
sino en el hueso materno"
-Yolanda Pantin

Cómo puedo escribirte
o describirte,
madre
¿cómo te pinto agua
sobre un lienzo de papel?

¿como te pinto fiera?
no he descubierto la manera 
de tejer tu grito
de leona rugiente

ni los colores de tu silencio 
ni tu morado lunar que santifica 
la visión del horizonte
donde pareces posarte con tus pies
cual rocío 

Como luces cual mariposa
sobre las ramas
los arbustos
el césped y las humildes malezas 
por las tardes de los miércoles
cuando sales al mercado.

Veintiún años y no he descubierto
todavía
las huidas de tu memoria
cuando viajan tus ojos 
hacia el lado izquierdo de tu rostro 
recordando quién sabe qué pasajes
añorando quién sabe qué momentos.

Cómo pinto la fugacidad 
de tu alegría 
tu risa estruendosa 
y tus perlados dientes 
que avergüenzan la diminuta
calidez y luz del astro solar.

Cómo te visto de todas tus luchas
sin que parezcas una diosa de la guerra
sin que te monten un altar
y comiencen a alabarte
sin que quieran beatificarte
por tu obvia santidad.

¿Cómo te describo madre?
sin caer en la idolatría 
sin traicionar los mandamientos
de tu Dios...
¿cómo te describo
sin ofenderlo con tanto amor?

Tembló