"Si cierro los ojos me quemo"

Voy paseando mis dedos por los trazos que dejaron tus dedos
Aún se siente haberte sentido tanto
Que al posar mi mano sobre tu rastro, siento que son dos.

He cerrado mis ojos
tu luz se encendió e incendió la llama
Que iluminó la noche

Y nos incendiamos a sabiendas de que dos son uno,

pero no nos confiamos.

Pues bien sabemos en los huesos qué a las noches así les precede la lagrima salada,
la sal del sudor,
el sudor en las sabanas,
las sabanas mojadas y las despedidas,
y justo después, esas noches largas...

Donde recordaré haber clavado mis dedos en tus sienes
Y no olvidaré que tu sombra mi ombligo besó
recordaré también que tus piernas fueron mis grilletes
Pero esa condena fue mi decisión.