domingo, 20 de noviembre de 2016

Se halla en su mirada perdida
 ven brotar palabras mudas
de sus ojos.

A flor de piel y de labio
dibuja aquél rostro
y contempla memorias admirables;
las recrea en el aire,
enmudece ante la nada.

Ante su imagen
 se agudiza la silente transparencia
y las preguntas circundantes.

Encontrar al héroe de batalla decaído...
brindándole con sus ojos la intrínseca bondad
 disfrazada del mayor don de los dioses.

Y cómo decir que no
cómo negar sin fallar y sin fallarse
para poder curar la pena
que yace abierta
sin ultrajar a la verdad
ni a la pureza.

Cómo creer que el héroe ha vuelto a casa
 después de tanta guerra
y cómo creer que existe la bondad
 después de la colosal desidia.

cómo encontrar un hogar cálido
 en un par ojos caídos
-Inundadas retinas de tantas crueles verdades-
y cómo calmar la sed colmada de tanto vacío

Tembló